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En este blog estoy compartiendo muchas de las cosas que Dios me da durante mi devociónal, así como comento de las cosas que me están ocurriendo a mi o mi familia, así como nuestra iglesia; Centro de Vida Victoriosa, y la iglesia en general. Este blog es un poco personal, divertido, e inspirado. Está enfocado en ayudarte a que tu relación con Jesús sea más firme, y te inspiré a servirle con pasión.

domingo, 13 de abril de 2008

Conociendo al Espíritu Santo



Efesios 3:20-21 RV60 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (21) a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

En estos últimos días el Señor ha estado impresionando en mi corazón sobre la realidad y la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Nosotros somos una Iglesia que cree en la obra sobrenatural del Espíritu Santo. No solamente creemos que el Espíritu es real y que nos convence “internamente” en el corazón de nuestro pecado, pero además es quien dirige la Iglesia, y le da poder, y dones para servir y para vivir una vida victoriosa. Pero además de esto hay un aspecto de la obra o ministerio del Espíritu que muchas veces hemos descuidado, porque no hemos aprendido a tener una relación con el Espíritu Santo. ¿Quién es el Espíritu Santo? Aparte de las definiciones tradicionales, tales como, Dios, poder, dador de dones, hay un aspecto del Espíritu Santo que no es muy conocido o practicado por la mayoría de los creyentes. El Espíritu es nuestro amigo. Así como hablamos de que “Jesús es nuestro amigo”, y de que “el está en mi”, y de que “siento su presencia”, de la misma forma con el Espíritu podemos tener esta misma relación.

La pregunta que se hace uno es ¿Cómo ocurre esto? ¿Será que me la paso todo el día hablando en lenguas? ¿Acaso necesito entrar en trances místicos? La verdad es que no se trata de esto, si no de vivir cada día con la conciencia de que él es real, y de que podemos tener acceso a él en cada aspecto de la vida. Es vivir estando consciente de que él es nuestro ayudador. Además se requiere que de una forma intencional podamos dedicar en nuestro tiempo devocional, un momento para hablar con él.

¿Cómo? Básicamente hablamos, conversamos con el corazón abierto, y luego guardamos silencio hasta que comenzamos a oír en nuestro interior, lo que parecen ser “impulsos” “ideas” “sentimientos” Entre más tiempo pasamos practicando esto mas será fácil oír su voz, y entender su “lenguaje”.

¿Cómo se si no soy yo mismo, y es el Espíritu el que “oye” esa voz interna? La única forma que tenemos de saberlo es que reviésemos todo con la escritura, ya que él nunca nos guiara a nada que sea error. También es importante entender que no nos llevara a ser orgullosos, rebeldes, o salir de lo que Dios ya ha establecido. Por ejemplo, el Espíritu nunca te dirá, que Dios ya no desea que le adores, o que ya no asistas a la iglesia. Sé que se puede correr el riesgo de que algunos pueden confundir sus emociones, ideas con las del Espíritu, pero no debemos de tener temor intentarlo, ya que sería como decirle a una persona, no aprendas a manejar el carro, porque existe la posibilidad de que tengas un accidente.

Mi deseo es ver a cada creyente creciendo en su relación con el Espíritu Santo, ya que como dice el verso base de esta discusión, Es el poder del Espíritu lo que nos lleva a hacer todas cosas mucho mas abundantemente de lo que entendemos o pedimos.

Carlos Rincón

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