· Filipenses 4:8-9 (BLS) Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado. (9) Practiquen todas las enseñanzas que les he dado; hagan todo lo que me vieron hacer y me oyeron decir. Y Dios, que nos da su paz, estará con ustedes siempre.
· 2 Corintios 10:3-6 (NVI) pues aunque vivimos en el mundo, no libramos
batallas como lo hace el mundo. (4) Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. (5) Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. (6) Y estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia una vez que yo pueda contar con la completa obediencia de ustedes.
Debemos de identificar el origen de nuestros pensamientos.
I. Hay 3 fuentes de todos nuestros pensamientos.(Nosotros, Dios y Satanás)
A. En primer lugar de nosotros mismos.
1. Nuestros pensamientos pueden ser buenos y malos, todo dependerá de que esté lleno el corazón. Tus pensamientos serán el fruto de lo que has dejado entrar en tu corazón.
a. El joven enamorado solo piensa de su novia, porque ella está en su corazón.
b. Lo mismo el discípulo que está apasionado de Cristo. Sus pensamientos serán más acerca de Jesús, porque Él es el centro de su vida.
c. Por eso Pablo recomienda a los Filipenses que ellos deberían de estar pensando en cosas que bendijeran sus vidas, En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes. (Fil. 4:8-9 BPD) ¡Ten mucho cuidado que cosa dejas entrar en tu corazón! Proverbios dice: “sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque, de el mana la vida” (Prov.4:23).
B. En segundo lugar del Espíritu de Dios.
1. El Espíritu habla a nuestra mente a través de varias formas:
a. Iluminación, Él nos ayuda a entender la palabra de Dios.
b. Su voz, que oímos con nuestro espíritu. La voz del Espíritu, es una voz que solo podemos escuchar con nuestro espíritu. Es una voz que viene de adentro, y no de afuera. No causa confusión, sino paz. No es “violenta”, sino apacible. Otras personas le han llamado la voz "interna", o el testimonio del Espíritu. Bobby W. Austin lo explica de esta forma en su libro “Los Fundamentos de la Gracia”:
“El Espíritu Santo generalmente habla desde las profundidades de nuestro espíritu, y esa comunicación por lo general es sin palabras. Cuando el Espíritu Santo revela la voluntad de Dios a nuestro espíritu, nosotros sencillamente sabemos que es la voluntad de Dios. A veces Dios nos revela su voluntad en maneras muy especiales: por medio de sueños, visiones, o a través de sus profetas. Sin embargo, la guía diaria de Dios viene a través de la inspiración del Espíritu Santo. Sencillamente sabemos lo que tenemos que hacer.”[1]
c. También Dios nos habla por medio de Palabras de ciencia, palabra de sabiduría, etc.
C. En tercer lugar del enemigo. Los demonios y el enemigo también nos hablan. El diablo tiene la habilidad de poner pensamientos en nuestra mente (Mat.16:23)
1. La mayor parte de la guerra espiritual en contra de los espíritus de maldad se libra en nuestra mente. Es por esa razón que es muy importante tener nuestra mente “ejercitada” para discernir y para pelear y ganar esta batalla en nuestra mente. El estudio y meditación de la palabra es el mejor antídoto contra estos pensamientos que se “levantan” en nuestra mente.
II. La estrategia del diablo para ganar la batalla en nuestra mente.
1. No todos los pensamientos malos vienen de Satanás, pero aun hasta los nuestros los usa, y los aumenta.
2. Algunos de los pensamientos que enemigo pudiera sembrar en tu mente: Pensamientos para destruir relaciones: por ejemplo de crítica, de malos entendidos, de mentiras, (esto es especialmente en las relaciones familiares, y en la conyugal). Además puede sembrar pensamientos constantes de pobreza, de enfermedad, de fracaso. Llena nuestra mente de acusaciones para destruir relaciones, amistades, etc. (Juan 8: 44)
3. Posibles situaciones y pensamientos que tienen un probable origen diabólico:
a. ¿has tenido pensamientos que no sabes porque están en tu mente?
b. ¿Has tenido pensamientos que luchas porque desaparezcan y siguen sin irse de nuestra mente? Te avergüenzas de pensamientos que no puedes desechar?
c. ¿Has tenido pensamientos que sabes que no debes tener, aun en momentos que estas adorando a Dios, escuchando la palabra de Dios, o aun cuando estas orando?
4. No es pecado cuando el diablo pone malos pensamientos en nuestra mente, sino que el pecado es cuando se da lugar a que esos pensamientos se aniden en tu mente.
a. Una cosa es que el diablo te ponga pensamientos y que tú los rechaces, a que te deleites en esos pensamientos. Una vez que los permiten, estos se arraigan y algunas veces quedan como “dormidos” esperando el momento oportuno para dar su fruto. Otros por otro lado incrementan en cada oportunidad su intensidad o su control hasta que se convierten en “fortalezas” que son mucho más difíciles de derribar. La solución a muchos de estos problemas es detectarlos inmediatamente que son sembrados y en el nombre de Jesús desecharlos.
B. A través de nuestra imaginación.
El diablo utiliza esta capacidad nuestra, llenándola de temores mentiras, tentaciones, y otras tantas formas de manifestarse nuestra imaginación. Es importante hacer énfasis, en que el diablo usa principalmente las cosas, que ya hay en tu corazón, para ponerlas en tu imaginación. El solo podrá usar aquellas cosas que ya están presentes en tu mente para crear en tu mente “imágenes”. Él usa esas cosas que has visto, vivido, y escuchado. Él está limitado por lo que ya está dentro de tu corazón. Esas cosas son las únicas que él puede usar para construir imaginaciones. Por esa razón es muy importante que cuides que cosas dejas entrar a tu corazón, porque eso serán los materiales que el diablo usara para atraparte. Recuerdo a este joven que tenía problemas con pensamientos de sexo. Al indagar un poco de su vida, él dijo que antes de haber conocido a Cristo, él había vivido con varias mujeres, y que cuando estaba en la cárcel alimentaba sus deseos a través de pornografía. Cuando este joven nació de nuevo su vida cambio en muchos aspectos, pero el todavía seguía teniendo problemas con su imaginación. Frecuentemente luchaba con los pensamientos de sexo que tenia. Lo que estaba sucediendo es que el diablo estaba usando esos recuerdos de su vida pasada para tentarlo a caer en el pecado. La solución a su situación era que él necesitaba, pedirle al Espíritu Santo que le limpiara sus recuerdos, además necesitaba estarse renovando con la palabra de Dios. También en ocasiones será necesario ayunar para limpiar la mente de todo recuerdo que el enemigo pueda usar para ganar la batalla.
La estrategia del diablo para ganar la batalla en tu mente:
• Él pone en la mente cuadros imágenes de problemas, dificultades, tragedias en nuestra familia, la Iglesia, tentaciones, etc.
• Cuando creemos estos temores, los actuamos y los vivimos, y somos esclavos del diablo, nos ha ganado la batalla de la mente
• Lo irónico de esto es que la mayoría de los temores que el diablo pone en tu mente, casi nunca son reales, mas lamentablemente al dejar que esos pensamientos controlen tu mente, tarde o temprano se convertirán en una realidad
Si das lugar al diablo en tu mente, él "jugara" con tu mente. El se encargara de "sembrar" en tu imaginación todo aquello que servirá para derrotarte. No solamente quiere separarte de una relación con Jesús, pero él quiere derrotarte en todas las áreas de tu vida. Pondrá en tu mente tentaciones, te hará "ver" cosas que no son, todo con la intención de robarte las bendiciones de Dios para tu vida. No permitas que tu imaginación sea esclava de las artimañas del diablo.
III. Como podemos ganar la batalla de nuestra mente. (2 Corintios 10: 3-6 Proverbios 23: 7)
A. Los pasos para ganar la batalla de nuestra mente:
- Pon atención a tu hombre interior, o la voz de tu corazón. Nuestra conciencia es como una “luz amarilla” que nos advierte, o anuncia que estamos experimentando un ataque, o tentación de nuestro enemigo. La conciencia es el sentir que Dios puso en tu corazón, que te hace ver la diferencia entre el bien y el mal. A través de la conciencia es que Dios te advierte de los peligros. Las tres guías de tu conciencia. Cuando esta luz amarilla se "encienda", prepárate a parar y discernir cual será la siguiente acción que debes de tomar.
2. Estas son algunas de las guías que debes de tener en tu corazón:
a. La guía principal de la conciencia debe de ser la palabra de Dios (Sal.119:11). Por esa razón es importante que la palabra de Dios more en abundancia en tu corazón.
b. Es igual de importante el testimonio del Espíritu (Rom.8:14). Un discípulo de Cristo que camina guiado por el Espíritu es un discípulo que no tendrá tantos problemas para someter su mente en obediencia a la voz del Espíritu.
c. El consejo de otros discípulos de Cristo. (Prov.11:14) Cuando tengas problemas o no sabes qué decisión tomar y no tienen una idea clara de lo que debes hacer, debes de buscar la ayuda de otros creyentes, ten cuidado que sean creyentes maduros, que en su vida veas evidencias que están viviendo una vida victoriosa. Para que ellos te puedan guiar en cómo es que puedes ganar la batalla en tu mente.
2. Ora reprendiendo y sujetando todo pensamiento satánico. (2 Corintios 10: 4)
a. Este es el campo principal de la guerra espiritual en la vida del creyente. Cuando en tu mente surjan pensamientos, ideas, imágenes que identificas como “rebeldes” a la voluntad de Dios, o pensamientos que sabes que son contrarios a la voluntad de Dios, o producto de tu carne, o simplemente son malos, inmediatamente debes hacer guerra en contra de esos pensamientos. Debes de hacerlo inmediatamente que tengas esos pensamientos, e imaginaciones, así como los razonamientos carnales, rebeldes y satánicos no des lugar a ninguna de estas cosas, para que no tomen posesión de tu mente. Es más fácil sacar una semilla de la tierra que una plata que ha echado raíces.
3. Como discípulo de Cristo, Dios te ha dejado armas para que puedas ganar esta batalla. También recuerda que el diablo y sus planes fueron derrotados en la cruz del calvario, y que todo lo que la está haciendo es un esfuerzo para engañarte a creer que el te puede vencer. No te dejes llevar por sus mentiras. ¡Rehúsa aceptar sus mentiras! ¡Párate firme en la victoria de Cristo en la cruz del calvario, y repréndelo, RESÍSTELO! En el nombre de Jesús. Ordénale que se retire de tu mente, de tu vida, y de tu imaginación.
[1]Los fundamentos de la Gracia, Bobby W. Austin, pag. 91
